sábado, 1 de abril de 2017

Niveles estructurales de los animales

Niveles estructurales de los animales

Protoplasmático: La forma más sencilla de estructurarse dentro de los eucariotas. Son células aisladas organizadas en forma de orgánulos. Está representado por los protozoos.

Celular: Su organización consiste en un agregado de células sin diferenciación prácticamente autónomas. Se da en ciertos protozoos, aunque también se da dentro de los metazoos como en esponjas y placozoos, que están en un nivel de agregación superior, pues cada una de las células agregadas tiene una cierta función.

Tisular: Células agregadas pero sin tanta autonomía, apenas tienen vida independiente, teniendo además una acción o función muy determinada, uniéndose en forma de tejidos. A este nivel pertenecen los cnidarios.

Tejido-órgano: Uno o más tejidos componen en órgano que realiza una función determinada, aunque no existan complejos de órganos que actúen coordinadamente. Pertenecen a este nivel los platelmintos, como la solitaria.

Aparatos y sistemas: A este nivel pertenecen la mayoría de los animales. Existe una diferenciación conceptual entre ambos vocablos:

Sistema: Conjunto de órganos en los que prevalece en su mayoría un determinado tejido, p.ej. el sistema nervioso.

Aparato: Conjunto de órganos en los que no prevalece un determinado tejido, p.ej. el aparato digestivo.

Esta diferenciación, de origen en la escuela alemana, va desapareciendo por influencia norteamericana, tendiéndose a englobar los dos tipos de estructuras en el vocablo sistema.

Principios zoomorfológicos

Homología: Indica la correspondencia entre estructuras de igual origen embrionario y evolutivo, aunque su forma y función sean distintas. Por ejemplo los huesos de una aleta de un cetáceo, los del brazo de un hombre y los del ala de un murciélago son homólogos aunque sus formas y funciones sean completamente diferentes, puesto que tienen en común su estructura general, heredada de los antecesores y su origen embrionario.Este concepto de homología, tiene una validez muy amplia en Zoología, sobre todo en estudios evolutivos y también en la clasificación de los animales.

Analogía: Indica semejanzas funcionales y de forma pero con un desarrollo embrionario –y evolutivo- diferente. Por ejemplo las alas de un ave y las de una mariposa, que cumplen funciones de vuelos semejantes pero con orígenes por completo diferentes. Este concepto de analogía no nos informa acerca de nada evolutivo, más bien los órganos o estructuras se parecen por adaptaciones al medio.

Convergencia: Implica el hecho de que animales correspondientes a grupos filogenéticamente muy distantes presentan una configuración externa muy similar, e incluso en muchos casos órganos muy semejantes. Todo ello, en relación -y no debido- con la similitud del tipo de vida que llevan y del medio en el que viven. Por ejemplo el caso del delfín y el tiburón.

Paralelismo: Indica el desarrollo de caracteres similares en animales filogenéticamente próximos, sin necesidad de que sus antecesores comunes manifiesten el carácter.

Metamería: Cuando un animal o parte de él está formado por unidades morfológicas repetitivas.

Segmentación: Cuando la metamería se manifiesta a escala tegumentaria decimos que el animal o la parte de él están segmentados. Muchos fenómenos evolutivos dependen de la metamerización, así estructuras que se forman metaméricamente no manifiestan su metamería posteriormente. Por ejemplo los somitas de donde proceden nuestras vértebras.

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